Día 25 de Diciembre. Octavo de las Kalendas de Enero.
"En el año 5199 de la Creación del mundo, cuando al principio creó Dios el cielo y la tierra; en el 2957 del diluvio; en el 2015 del nacimiento de Abrahán; en el 1510 de Moisés y de la salida del pueblo de Israel de Egipto; en el 1031 de la unción del rey David; en la semana 65 de la profecía de Daniel; en la Olimpíada 194; en el año 752 de la fundación de Roma; en el 42 del imperio de Octavio Augusto; estando todo el orbe en paz; en la sexta edad del mundo: Jesucristo, Dios eterno e Hijo del eterno Padre, queriendo consagrar al mundo con su misericordiosísimo Advenimiento, concebido por el Espíritu Santo, y pasados nueve meses después de su concepción, (Se arrodillan todos los circunstantes, y prosigue el cantor en tono más agudo): "nació hecho Hombre, de la Virgen María, en Belén de Judá".Navidad de nuestro Señor Jesucristo según la carne.

MEDITACIÓN
SOBRE LAS VÍSPERAS DE NAVIDAD

I. María busca en Belén una casa donde guarecerse; llama a todas las puertas y nadie la recibe. ¿Cuánto tiempo hace ya que Jesús está a las puertas de tu corazón? Llama con golpes insistentes y tú te haces el sordo. Es preciso que me purifique hoy de mis pecados mediante una santa confesión. ¿Qué es, en efecto, lo que aleja a Jesús y lo indispone contra mí, sino mi orgullo, mi cobardía, mi apego a los bienes de la tierra y a las comodidades de la vida? Quiero, pues, arrojar de mi alma a estos enemigos de mi amable Salvador.

II. Hay cristianos que reciben a Jesús, pero para tratarlo tal como deseaba hacerlo Herodes. Mañana Jesucristo descenderá hasta ti, ¡ten cuidado de recibir a este Huésped benévolo de manera digna de Él! ¿No lo alojarás en un corazón manchado por el pecado? ¿No lo echarás de allí recayendo muy pronto en las mismas faltas? Reflexiona con cuidado: Aquellos que entregan a Jesús a miembros manchados por el pecado no son menos culpables que los que lo entregaron en las manos criminales de los judíos (San Agustín).

III. Vete a contemplar a Jesús en la Misa de medianoche; asiste a ella con devoción, humildad y fe semejantes a las de los pastores: verás en el altar al mismo Dios que ellos vieron en el pesebre. Piensa en los sentimientos de respeto, de amor y humildad que María y José tuvieron para con este adorable Niño; adóralo, humíllate ante Él, recíbelo con amor y ofrécele el presente de tu corazón.

La devoción a Jesucristo.
Orad por los conciudadanos.