La Missa solemnis fue compuesta por Beethoven entre 1819 y 1823. Fue escrita casi al mismo tiempo que su 9ª sinfonía. La obra fue dedicada al archiduque Rudolph de Austria, nombrado en esa época arzobispo de Olomouc (Moravia), que era principalmente mecenas de Beethoven, así como también alumno y amigo. La copia presentada a Rudolph contenía la inscripción: "Von Herzen - Möge es wieder - Zu Herzen gehn!" ("¡Salida del corazón - bien puede nuevamente - regresar al corazón!"). Originalmente iba a estrenarse el 9 de marzo de 1820, pero no fue terminada a tiempo. Finalmente se estrenó el 7 de abril de 1824 en San Petersburgo, en una interpretación parcial junto a la 9ª Sinfonía, bajo los auspicios del mecenas de Beethoven príncipe Nikolai Galitzin. Se la considera uno de los mayores logros del compositor. Junto con la Misa en Si menor de Bach, son las misas más significativas del período de la práctica común. El director Wilhelm Furtwängler retiró esta obra de su repertorio, pues dijo ser incapaz de obtener un resultado que hiciera justicia al mensaje y a la grandeza de la que consideraba la más grande obra de Beethoven.

 

Beethoven comenzó su composición en 1818, a los 47 años, cuando su sordera era casi total y su soledad creciente. La pieza es contemporánea de la Sonata Hammerklavier, la 9ª sinfonía y las últimas tres sonatas para piano.