El combate de Troneras es uno de los episodios más notables de la gesta Cristera, en donde el regimiento del Coronel UBALDO GARZA fue totalmente derrotado por las fuerzas cristeras a mando de MÓNICO VELÁZQUEZ.

Cuando a Plutarco Elías Calles, le notificaron que Jalisco había comenzado la efervescencia, comentó despectivamente, ¡Bah! Si es allá no tenemos de qué preocuparnos, Jalisco es el gallinero de la República.... Y así resultó... Nomás que con muchos gallos.

Diez días después, en el rancho “El Gato” aledaño a la Barranca de Troneras, tuvo lugar el primer combate de esta zona. 

Este fue el único combate importante en el que tomó parte el GÜERO MÓNICO VELAZQUEZ y sentó fama de valiente y osado guerrillero.

Existe en Troneras una barranquita sumamente angosta que se va ensanchando poco a poco y termina en un cañón con paredes difíciles de escalar.
En el callejón que entra a la barranca puso el Güero 15 hombres acostados a cada lado de la cerca, de manera que no fueran vistos por los federales que por allí andaban.

“De donde estábamos acostados - Dice un sobreviviente- podíamos ver los cascos de los soldados que iban pasando a la corre y corre detrás de unos compañeros que les hecharon unos tiros, y les hacían dengues para encorajinarlos y hacerlos entrar a donde les habíamos tendido la trampa. Nosotros teníamos apostados unos 40 hombres y ellos eran más de 300.... Cayeron como ratones...

“Los hombres que les hacían memelas treparon por una soga que tenían preparada de antemano y quedaron abajo nomás los federales. Se armó el zangoloteo y los agarramos a fuego cruzado en todas direcciones, ni para donde se fueran por que los que estábamos acostados en el callejón cerramos la entrada y quedaron en un círculo de fuego”. Los rifles y carabinas vomitaban lumbre y nomás se veía el caidero de hombres, de ellos, desde luego, porque de nuestro lado no hubo víctima que lamentar. Nomas se escaparon unos dos o tres, con decirles que cayó hasta su General, que creo se apellidaba Garza” 
“ Lo malo que entre los que quedaron hubo un jefecillo que se estuvo fijando escondido de que casas les hacían fuego, y a los pocos días volvió con trompas y quemó todo el rancho” 

De ahí el origen del corrido de “Las quemazones de Troneras”

Narración tomada de Francisco Gallegos que se encuentra en su libro “LOS CRISTEROS DE MI TIERRA “.