SECRETUM MEUM MIHI
A finibus terrae laudes audivimus: “Gloria iusto”. Et dixi: “Secretum meum mihi, secretum meum mihi. Vae mihi!”. Praevaricantes praevaricati sunt et praevaricatione praevaricantium praevaricati sunt(Is 24,16)
Digamos que el artículo se parece en algo a uno publicado hace poco más de un mes en The New York Times, pero en una visión más popular, vistas las características del medio. Hablamos del periódico The New York Post, el cual publica un artículo sobre la Misa Tradicional en Latín en EEUU. Como otros artículos de ese mismo corte, se destaca el crecimiento que ha tenido la Misa Tridentina y la participación de personas jóvenes. En su versión web, publicada con antelación a la versión impresa (en la imágen), el artículo se titúla “Una nueva generación de Católicos descubre la Misa en Latín 60 años después del Vaticano II”. Traducimos un aparte, el cual refleja aquello que en Santa Marta causa comezón, el crecimiento.
Hoy, de las 17,000 parroquias Católicas en los Estados Unidos, 592 de ellas realizan la forma extraordinaria en latín, incluidas al menos seis en la ciudad de Nueva York y cuatro (incluida la Preciosísima Sangre) en el Oeste de Pensilvania.
El canónigo William Avis, un clérigo de la iglesia que fue nombrado formalmente como el primer párroco de la Parroquia de la Preciosísima Sangre de Jesús en 2019, dijo que sus servicios han experimentado un crecimiento sólido en los últimos años. “Tenemos de 800 a 850 en nuestras Misas los Domingos”, dijo.
Ese sólido crecimiento no solo está ocurriendo en Pittsburgh, está ocurriendo en todo el país. Una encuesta reciente de Crisis Magazine, una revista independiente que cubre el catolicismo y temas católicos, reveló un marcado aumento en la asistencia a la Misa Tradicional en Latin desde el comienzo de la pandemia. Este auge se desarrolla en el contexto de las recientes restricciones a la Misa en Latín del Papa Francisco. El año pasado, el pontífice nacido en Argentina describió la Misa en Latín como “divisiva” e impuso nuevos límites al servicio, el cual había sido reintroducido parcialmente durante las últimas tres décadas por sus dos predecesores, el Papa Juan Pablo II y el Papa Benedicto XVI.
En Junio de este año, Francisco fue aún más lejos, exigiendo a los fieles que dejaran de explotar la Misa en Latín por razones ideológicas, lo cual temía pudieran romper la unidad misma de la Iglesia Católica. Francisco fue duramente criticado por muchos jóvenes tradicionalistas por su postura sobre él, algunos de quienes se indignaron en Twitter.